<p>Estamos atravesando la cultura del sufrimiento, una cultura que revive nuestras facultades de victimizarnos por todo, estas sensaciones se transmiten de padres a hijos, de profesores a alumnos, entre amigos, compañeros y hasta la propia pareja. Nos dejamos caer en ella y le otorgamos más poder sobre nuestra vida que la que tenemos nosotros mismos. Las creencias son el primer factor de influencia de esta programación. Creemos que creemos en est...