<p>Intentarlo es asomarse a un abismo desde el cual podemos caer hasta destruirnos e incluso arrastrar a otros en esta caída. Es manipular un plato y correr el riesgo de que se rompa. A veces no estamos preparados para esa desilusión, para vernos frente a nuestra propia torpeza y asumir las consecuencias de que el pegamento no alcanza para volver a tener lo que teníamos antes de echarlo a perder. Hay momentos en los que, simplemente y para evitar...