<p>Alejandro Rodríguez Urzúa dejó su marca y herencia en la región del Bío-bío de forma clara y de definitiva, a través de una multiplicidad de actividades no limitadas al mero acto de proyectar. Su vida estuvo llena de matices que pasaron por la arquitectura, la docencia y la política. Hace 40 años fue secuestrado y hecho desaparecer, entre muchos hombres y mujeres, por la fidelidad a sus convicciones.<br><br>A pesar de ello, su testamento perma...
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