<p>La televisión no es una maquinaria infernal que pervierta la vida ciudadana por su sola presencia masiva, sino el fruto de unas políticas públicas determinadas, de opciones sociales previsibles y estudiadas en sus resultados y consecuencias. La falta ostensible de una televisión educativa y cultural, los abusos programáticos y publicitarios contra los consumidores más inermes: los niños y adolescentes, el abandono y penalización de una televis...