<p>En junio de 2011, Susan Spencer-Wendel se enteró de que tenía esclerosis lateral amiotrófica (ELA, o mal de Lou Gehrig), una enfermedad irreversible que destruye sistemáticamente los nervios que rigen a los músculos. Tenía cuarenta y cuatro años, un esposo fiel y tres hijos menores de edad, y solo le quedaba un año de movilidad. Susan decidió vivir ese año con alegría.<br><br>Dejó su empleo como periodista y pasó tiempo con su familia. Hizo si...