<p>Hay historias que, contadas y archiconocidas, no dejan de ser una curiosidad para quienes no la vivieron, y volver al recuerdo de aquellos que tuvieron la oportunidad de transitar por ellas. Así sucedió con el autor de este volumen; entre lágrimas de alegría, por la confianza en él y el saber que dejaba atrás a la madre de 86 años aterrizó Baracutey en Angola. Todo parece que el principio y el fin del cumplimiento de la misión de Raimundo Vil...