<p>China ya no es solo la fábrica del mundo, también es su mayor banquero. Con su enorme reserva en divisas podría comprar el planeta. Y ya ha empezado a hacerlo.<br><br>Esto significa que el gobierno chino tiene, en pleno siglo XXI, un poder de control inaudito sobre los países occidentales. Las economías y gobiernos del llamado Primer Mundo necesitan sus inversiones para salir de la crisis. También los resultados de las multinacionales más pode...