<p>Es sabido que cada generación hace su propio retrato, y lo hace lógicamente por medio de los mil elementos que constituyen la atmosfera dominante de la época. Entre estos elementos se cuentan también las traducciones, los co1nentarios, las revisiones y, en una palabra, todas las formas de la interpretación. Nada más natural por lo tanto que una revisión que pudo resistir a la obra del tiempo por unas décadas, -que en una época inquieta coma la...