<p>Corren tiempos de dispersión en los que es muy necesario escucharnos. Sentirse escuchado significa conectar con otras personas casi íntimamente; supone crear vínculos.<br><br>Ser un buen oyente, nos dice Plutarco, es un arte que todos deberíamos aprender. Saber escuchar es tan importante como saber hablar bien. El placer que se alcanza al escuchar a otra persona depende tanto de quien habla como de quien escucha.<br>Hoy día proliferan manuales...