<p>Cuando Shelley se marchó a trabajar a Italia, Drew, su prometido, pensó que era su rico jefe lo que ella ansiaba obtener.<br>Tres años después, Drew todavía estaba convencido de que aquella era la realidad de lo ocurrido. A pesar de la patente atracción que seguía existiendo entre ellos, Shelley no estaba dispuesta a dejarse llevar. Pero el amor era más fuerte que la razón y Shelley acabó por perder su entereza.<br>Sin embargo, Drew se resistí...