<p>Existen monstruos fantásticos, pero también realistas, a veces enfermos, o mutilados, o malformados, que dejan de representar el arquetipo humano, pues algo extraño se combina en ellos, a veces sobra algo, a veces falta algo. Entonces, la comunidad los envía a los leprosarios de su tiempo, o, si buscaran trabajo, a las ferias y los circos para que allí puedan ganarse el pan, subiendo a los escenarios o bajando a las arenas del espectáculo. Híb...