<p>Durante mucho tiempo se ha mantenido la premisa de que los niños y las niñas deben pasarlo mal para aprender. Dicha idea viene acompañada de frases coloquiales como «que sufra para que aprenda» o «si no le duele, no aprende». No obstante, en respuesta a las consecuencias de un paradigma de crianza basado en el autoritarismo, han surgido formas de crianza opuestas, centradas en la permisividad y, en cierto modo, en la negligencia. Estas últimas...