<p>El siglo IV representa un giro decisivo en la historia del cristianismo: de ser una fe perseguida pasó a convertirse en religión reconocida, primero legalmente y luego como oficial del Imperio romano. Este proceso fue complejo y gradual, con etapas de abierta hostilidad y de creciente aceptación, tanto en Oriente como en Occidente. Durante los primeros años del siglo, bajo Diocleciano y el resto de la Tetrarquía, se produjo una de las persecuc...