<p>A VECES EL PRIMER AMOR TIENE UNA SEGUNDA OPORTUNIDAD <br>Conocí a West Haven cuando tenía ocho años. Me enseñó a jugar a póker con nueve e hicimos aviones de papel juntos con once. Me besó cuando tenía dieciséis y se convirtió en lo mejor de mis vacaciones de verano en Montana. Fue el chico que me robó el corazón, y también el hombre que me lo destrozó a los veintitrés. <br>Años después, rompo mi promesa: vuelvo al rancho, aunque esta vez no c...