<p>Y fueron felices...<br>Hacía mucho tiempo que Beth había dejado de creer en los cuentos de hadas. Una mujer de casi cuarenta años, viuda y con dos hijos adolescentes a su cargo no tenía tiempo ni humor para soñar tonterías... Y, entonces, sus amigos la pusieron en contacto con el mismísimo Príncipe Azul... El problema era que Todd Graham era un hombre maravilloso e increíblemente sensual, así que, ¿cómo iba a fijarse en la pobre Cenicienta? Pe...