<p>El desconocimiento mantiene en la separación a los hombres y a los pueblos. El conocimiento los acerca cada vez más. Para que ese conocimiento sea fecundo en frutos de unidad y solidaridad tiene que estar encaminado al descubrimiento de los valores profundamente arraigados, desde muy remotos tiempos, en otras religiones y en los hombres que las viven. Por eso el Concilio exhorta a los católicos a que, con prudencia y caridad, mediante el diálo...