<p>La era digital requiere aprendizajes de orden superior que ayuden a vivir en la incertidumbre y la complejidad. Requiere a su vez, desarrollar hábitos intelectuales, en gran medida no conscientes, que preparen para un escenario en el cual casi todo es más accesible, complejo, global, flexible y cambiante; exige la capacidad de afrontar niveles elevados de "ambigüedad creativa", la capacidad para reconstruir, desaprender, arriesgar y aprovecha...