<p>Desde el instante en el que Jimeno del Arco se cruzó con Consuelo, supo que tarde o temprano sería suya para siempre.<br>Su presencia, galantería, insistencia y dulces palabras atraparon el joven corazón de la muchacha, quien sucumbió a la promesa de una futura vida feliz. Atrás quedaba un pasado escondido en lo más profundo de su ser. Por delante sólo felicidad. Pero se equivocó. El mismo día de su boda, Consuelo descubrió al auténtico hombre...