<p>«Morteros se inundaba con facilidad y sin causas». Así empieza El fino arte de crear monstruos, una narración de verbo hipnótico con un pie en la realidad argentina de la villa de Morteros y otro en la mágica imaginación de la niña Vidria. Ataúdes flotantes, milanesas cadavéricas, vacas apocalípticas, niñas mutantes y un tal Harley Davidson son algunos de los insospechados protagonistas del día a día en Morteros mientras Vidria crece y aprende...