<p>El proceso reduccionista al que se ha visto sometida la política, convertida en una pura relación de poder, se ha solapado paradójicamente con una Sociedad despolitizada y un Estado desapoderado. <br><br>También con la perversa "difamación sistemática" de todo poder. Sin embargo, del poder dependen las posibilidades de perfeccionamiento del orden político y de la humana existencia. El poder, dice F. J. Conde en El hombre, animal político, es '...