<p>Ya desde los primeros siglos del cristianismo, los fieles creían de forma algo confusa en la posibilidad de redimir ciertos pecados después de la muerte. Pero en el sistema dualista del más allá, entre el Infierno y el Paraíso, no había lugar para el cumplimiento de esas penas intermedias. Hubo que esperar hasta finales del siglo XII para que apareciera la palabra «purgatorio» y para que el Purgatorio se convirtiera en un «tercer lugar» del má...