<p>La comunicación con los demás se inicia, prácticamente, a la par que la vida. Los bebés tienen un amplio abanico de necesidades y de señales para transmitírselas a sus padres. Esas señales irán evolucionando del llanto del recién nacido a gestos y, más tarde, a palabras. Sin embargo, hay situaciones donde el niño abandona sus formas de comunicación: las palabras, los gestos e, incluso, la mirada.<br>El presente libro surgió de la necesidad de ...