<p>La capacidad de predecir cómo serán nuestras propias vidas no existe porque la precariedad ha dinamitado la posibilidad de visualizar nuestro futuro.<br>Las dinámicas se han configurado para que todo dure poco: compra lo que vas a cenar hoy, ya veremos qué comes mañana; quizá en un mes no tengas trabajo; en un año acaba el alquiler de tu piso.<br>La incertidumbre que ha generado la crisis ha hecho tambalear no solo nuestras expectativas, sino ...