<p>Hipócrates y Sócrates fueron contemporáneos en Atenas, pero ignoramos si alguna vez coincidieron. En todo caso, habrían podido encontrar temas de debate, porque la medicina trata los males del cuerpo y la filosofía, los del alma. Ambas disciplinas deben enfrentarse constantemente a cuestiones sobre la vida y la muerte que van más allá del ámbito estricto de la ciencia: ¿qué es la vida? ¿Cómo afrontar la muerte? Los cuidados que podamos aplicar...