<p>Los millennials son terribles, soberbios, arrogantes, sobrevalorados. Los epítetos para calificarlos abundan. No es gratuito que un millennial suela reaccionar cuando se le etiqueta. En cierta medida, son dignos de envidiarse. Dicen sí y no con libertad, traen un discurso fuerte, menos necesitado de aprobación que el de sus padres o sus maestros. En otro sentido, son insoportables; pero, ¿son solo ellos? Esto no termina aquí. Apenas empezamos ...