<p>Un día de otoño de 1903, el astrónomo norteamericano William H. Wright llegaba al puerto de Valparaíso. Había cruzado los océanos con un enorme telescopio y todas sus piezas, un espectrógrafo, múltiples espejos incluso el domo que recubriría esta tecnología de vanguardia de la época. Buscaban replicar el Lick Observatory, ubicado en California y así indagar los astros que no eran visibles desde sus latitudes. El distante Chile sería su hogar e...