<p>Perversos, divertidos, inteligentes?, los veinte relatos que componen Física para homicidas dejan apuntar una pregunta inquietante: ¿pueden ser usadas las leyes de la física con un fin amoral?<br>Infiltrados silenciosamente en lo cotidiano, asomando en los actos sociales y en las relaciones personales, los principios que establecen el movimiento browniano, la mecánica cuántica o el lanzamiento parabólico se desprenden de toda su gravedad acadé...