<p>Es ancestral la relación del hombre con las grasas. Somos golosos de azúcares y también de grasas.<br><br>La grasa es energía concentrada. Para nuestros antepasados significaba supervivencia. En épocas prehistóricas, cuando se pasaba por ciclos de comilonas y hambrunas, el deseo de comer grasa tenía su<br>lógica; disponían de ella en contadas ocasiones, por ejemplo luego de una cacería. Era la forma intuitiva de almacenar reservas en el organi...