<p>Exilios, migraciones, violencias, pero también abrazos y solidaridades, se cruzan en estos fragmentos en que el dolor que provoca el abandono del propio hogar busca transformarse en «una herida fecunda», como lo quería Clarice Lispector. <br><br>La Historia con mayúsculas, la historia colectiva, atraviesa nuestra historia íntima, dejándonos marcas sobre la piel y los recuerdos. Y ahí están acompañándonos nuestros ausentes, nuestros desaparecid...