<p>Freidel le dedicó su vida al teatro. Sin seguir modas, sin complacencias, sin concesiones, fiel únicamente a su voz. No le interesó para nada lo material, cosa extraña en una cultura en la que el apego al dinero y la acumulación de riqueza son los signos del progreso. Él hizo todo lo contrario. Trabajó en dos universidades para hacer la única inversión que consideró en verdad valiosa, llevar a escena todas sus obras, sostener sus grupos, en lo...