<p>Durante las dos últimas décadas, en Estados Unidos se ha asistido a un curioso misterio estadístico: la pobreza aumenta, el crimen disminuye y la población reclusa se duplica. Sin embargo, no todo el mundo pasa por la cárcel. Gracias a un sistema judicial diseñado a la medida del nuevo culto a la riqueza y el poder, la gran mayoría de los delincuentes de cuello blanco han logrado eludir la cárcel desde que empezó la crisis financiera, mientras...