<p>El proceso judicial, que en su sentido más obvio e intuitivo se refiere a los métodos de resolver conflictos y de administrar justicia, históricamente ha sido fuente de una rica tradición discursiva que lo define y que fija sus formas. Como ejemplo de este tipo de discursos antiguos, se pueden citar las regulaciones del Fuero Juzgo las Partidas o el Ordenamiento de Alcalá, entre otros, cuyos alcances se extendieron a las formas judiciales del...