<p>La ciudad de los pibes sin calma propone al lector insertarse en la compleja trama que implican las problemáticas juveniles actuales y la relación que se construye con el consumo problemático de drogas.<br>Estas se constituyen en un síntoma de la época; ya no son suficientes los discursos moralistas y abstencionistas que le otorgan a las sustancias una seducción irrefrenable y un llamado a la corrupción del cuerpo y del alma. Se constituyeron ...