<p>La envidia es relacional y relativa, necesita de los otros para existir. Si estamos manchados por la envidia, lo que tenemos o lo que somos se mide a partir del valor del otro y, cuanto más cerca estamos de lo que envidiamos, más fuerte es la pulsión. Todo, en este pecado, empieza en los ojos.<br><br>Si la envidia provoca una apatía que lleva hacia la nada, los celos nos llevan hacia la ansiedad más obsesiva. Si la envidia nace del deseo de te...
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