<p>La Ilustración se invoca a menudo en la escena pública como una lucha contra el oscurantismo que solo tenemos que actualizar. Lecturas totalizadoras, y a menudo caricaturescas, la asocian al culto al progreso, al liberalismo político y a un universalismo desencarnado.<br><br>Sin embargo, como muestra aquí Antoine Lilti, la Ilustración no propuso una doctrina filosófica coherente ni un proyecto político común. Comparando autores emblemáticos co...