<p>La Constitución demanda para todos una vivienda digna, pero adquirirla no es barato y suele requerir de financiación ajena; incluso las ayudas públicas específicas han solido instrumentarse como préstamos hipotecarios. Las populares "hipotecas", que imponen compromisos muy exigentes, a muy largo plazo, cuyo cumplimiento depende de muchas cosas, algunas de las cuales el deudor no siempre puede controlar; como su estabilidad laboral, sobre todo,...