<p>La primera Carta a los Tesalonicenses, un escrito más bien breve, no se destaca en el conjunto del epistolario paulino ni por la riqueza y densidad de su reflexión teológica ni por la amplitud u originalidad de su enseñanza moral y práctica. Pero tiene una característica que la hace distinta y le otorga un puesto singular entre las cartas de Pablo: es, según opinión mayoritaria, el escrito más antiguo que se ha conservado del apóstol. También,...