<p>«Solo me interesa una vida finita, inquietante y contingente, sin verdades absolutas, sagradas o incondicionales. Un escenario en constante formación, transformación y deformación. Una vida creadora de un mosaico en el que las piezas no encajan, sin centro ni síntesis.»<br><br>En esta segunda entrega de sus Fragmentos filosóficos, el filósofo y escritor Joan-Carles Mèlich reflexiona a fondo sobre la condición contingente, incierta y finita del...