<p>Estimado lector: usted está aquí. Tiene este libro en sus manos, y si no consigo llamar su atención en las próximas cinco líneas, va a dejarlo abandonado sobre la mesa. Me temo que no tengo otra alternativa que decirle la verdad sin suavizantes ni "photoshop", la verdad a secas: mi única intención es que usted haga valer uno de los más profundos derechos del ser humano, el derecho a acceder al conocimiento. ¿Acaso no fue que "por probar el fru...