<p>La cuantificación del comportamiento humano no lleva al gran éxito que la sociedad nos ha prometido. Muy por el contrario, la obsesión por medir el desempeño amenaza nuestra calidad de vida. No todo lo que podemos medir debería ser medido ni refleja lo que nos interesa saber, además de que nos aleja de las metas y los enfoques esenciales. Esta fijación con las métricas está presente en organizaciones e instituciones diversas y se ha convertido...