<p>Un invierno adelantado dejó encerrados en la bahía de Red Bay (Butus) a una decena de buques. Los desaparecidos fueron honrados con solemnes oficios funerarios. El viaje debía continuar, pero el golpe había sido duro, y los balleneros vascos no se recuperarán tan fácilmente.<br><br>Un mes después de que el mar de Labrador se convirtiera en hielo aquella noche aciaga, nada parece haber cambiado. En todo caso, la fuerza que amenazaba con aplast...