<p>La pugna por los océanos resultó decisiva para el desenlace de la Primera Guerra Mundial, por más que haya quedado opacada por las grandes batallas terrestres que, entre trincheras y gases, han adquirido la categoría de mitos imperecederos. Sin embargo, a nivel estratégico, las grandes flotas se habían convertido en el vector que definía a las grandes potencias y su capacidad para imponerse en un conflicto que fue, en buena medida, de desgaste...