<p>Lady Margaret Cavendish fue, para sus contemporáneos, una figura profundamente incómoda. En el siglo XVII, su condición de mujer sin formación, sin conocimiento del latín ?la lengua de la filosofía y la ciencia de su tiempo?, hacía inaceptable su pretensión de intervenir en el debate intelectual. Más aún: de hacerlo públicamente, con obras impresas, firmadas con su nombre. Su voluntad de dialogar con los pensadores varones, su rechazo a los pr...