<p>Amor, poder y sabiduría son las cualidades divinas del ser humano. Alcanzar y desarrollar semejante potencial es una apasionante tarea, minuciosa, comprometida, sutil y profunda; es similar a caminar por un laberinto, cuyo recorrido requiere de toda nuestra concentración y, al mismo tiempo, de una escasa expectativa de conquistar resultados inmediatos. Para conectar con estas cualidades divinas es necesario despertar la conciencia. Es posible ...