<p>Argentina, comienzos del siglo XX. La oligarquía quiere levantar un panteón nacional. Inundará las calles y las plazas de estatuas de los próceres que, casualmente, son sus propios antepasados.<br>Entusiasmadas, a unas señoritas de la alta sociedad se les ocurre encargarle a Lola Mora un monumento a las mujeres. ¡Estatuas femeninas en el panteón de los próceres patriarcales! ¡Y talladas por Lola Mora, una escultora que escandaliza con sus desn...