<p>La llegada de un huracán arrasa con las plantaciones de algodón de la isla Henrietta. "Era un mes de octubre de algún año hace dos siglos", narra Hazel Robinson. Mientras que los terratenientes maldicen su suerte, los esclavos se apiñan bajo el tablado de la casa para refugiarse de la tempestad que presagia el final de su cautiverio. Hasta entonces, sus únicas formas de rebelión habían sido el uso de la lengua creole y los rituales de danza qu...