<p>Desde comienzos del siglo XXI, nuestra relación con los animales ha cambiado drásticamente. El maltrato animal resulta insoportable y la extinción de millones de especies se considera un desastre. Hemos pasado del paradigma cartesiano animal-máquina, donde todo estaba permitido, al del animal-peluche, donde ya no se tolera nada más que acariciarlo y protegerlo. Sin embargo, pensar en el animal tal como es, y no como fantaseamos sobre él, conti...