<p>La literatura europea está en deuda con Quinto Horacio Flaco (65-8 a. C.), uno de los más influyentes poetas de la Antigüedad. De amplia formación filosófica y con especial inclinación hacia el epicureísmo, tras un lapso como tribuno militar, se estableció en Roma, donde inició una brillante carrera literaria bajo la tutela del emperador Augusto y su consejero Mecenas. Su reflexiva poesía alcanza una extraordinaria perfección formal y plenitud...