<p>Felipe IV falleció en 1665 y la noticia de su defunción llegó a Lima en 1666. Aparte de las ceremonias luctuosas principales, también en conventos y monasterios locales se pronunciaron sermones en honor del difunto rey. Este es el caso de la Oración fúnebre a las honras del rey nuestro señor Don Felipe Cuarto el Grande del fraile franciscano Diego de Herrera. El sermón de Herrera se entiende como producto de un molde social, el cual cumplía fu...