<p>El oficio de vivir implica habitualmente sufrir episodios traumáticos, los cuales pueden ser puntuales o bien desarrollarse a lo largo de un cierto periodo de tiempo. Vivimos en una sociedad que exige soluciones inmediatas, cosa que no contribuye a la recuperación del trauma. Al contrario, sobreponerse a este comporta, como mínimo, un conocimiento profundo de nuestra identidad y de la influencia que ejercen sobre nosotros los demás, como indiv...